Que afortunados somos de estar aquí y ahora. Muchas veces no nos damos cuenta que nuestra vida esta pasando y vivimos pensando en las cosas que haremos en el futuro y no en el ahora.

Por eso, a veces necesitamos un descanso; un momento para disfrutar de nosotros, conectarnos y encontrarnos, agradecer, ver lo lejos que hemos llegado, analizar si estamos haciendo lo que realmente nos gusta y nos rodeamos de las personas con las que queremos estar. Lo primero que se nos viene a la mente son “vacaciones”.

¿Por qué tenemos que esperar al fin de semana o a las vacaciones? ¿Por qué no vivimos siempre en modo vacaciones?

Vivir en modo vacaciones no significa tener que pedir días libres en el trabajo; significa comenzar a cambiar los pequeños hábitos de nuestro día a día: movernos, conocer cosas nuevas, explorar, tomar un descanso, desconectarnos de todo lo que nos hace mal, darnos un gustito. En el modo vacaciones las calorías no cuentan, podemos tomar una cerveza a las 9am, actúas como si nadie te conociera, nacen muchos recuerdos increíbles, y sin importar cuanto sabes, te das cuenta que siempre hay algo nuevo que aprender. La vida es eso; encontrar lo que tal vez no sabías que andabas buscando.

Estar en modo vacaciones no solo es viajar y conocer lugares increíbles, sino también es hacerlo con la mente, con imaginación. Toma el camino que no conoces… Puede ser que tal vez te pierdas, pero es para encontrarte en un lugar mejor.

Organizar un viaje no es tarea fácil, pero una vez ahí nos damos cuenta que valió la pena. Lo mismo para el viaje de tu vida: trázate metas, sueña y hazlo realidad. Dale menos vueltas a las cosas y más al mundo. Viaja, imagina, hasta que se te llene la memoria, el corazón y el alma de cosas increíbles.

Agarra el timón de tu vida, incluye a tus pasajeros favoritos y construye una vida de la que no necesites vacaciones.